ESTADO FASCISTA (ANÁLISIS POLÍTICO)

NO HAY DEMOCRACIA, JUSTICIA NI DERECHOS EN PERÚ


Por Manuel Cuipa Chancahuaña


“El revolucionario desea que el pueblo se subleve; que lo haga de modo eficaz y racional, y no en la barbarie y el furor” Alain Badiou.


La desunión popular y caviar contra dictadura de Boluarte

El mundo académico de Lima están en la FIL mientras el mundo popular en las calles, en esos contrastes se llevan acabo las protestas contra el gobierno autoritario (cívico-militar) de Dina Boluarte y el Congreso. Ese contraste permite a este gobierno ejercer represión impune contra sus retractores y disidentes (incluido el despido a periodistas del canal de Estado), y aunque tenga una desaprobación muy alta de la población Boluarte se siente segura porque tiene estrategias que desactivan la unidad opositoras, también tiene respaldo fascista de las fuerzas armadas y policiales, además de los grupos económicos más poderosos de este país. En ese contexto para vencer o derrotar a este gobierno de corte fascista de Dina Boluarte se requieren articulaciones y desprendimientos de todos los sectores. El encuentro de los "mundos", como diría Arguedas, el encuentro de los «zorros de arriba» (el de las alturas, las punas, regiones rurales, los altiplanos y sus dirigentes) con los «zorros de abajo» (los de la costa, de los barrios, las urbes, la gran Lima y sus académicos). Es decir, unidad de todos los sectores populares con todas las fuerzas democráticas e intelectuales del país. Algo que no se está pasando. Si bien un día hace su protesta (protagoniza) Rosa María Palacios y otro día las mujeres aymaras de Puno sin tanta difusión mediática, excepto represión policial. Asimismo, no tenemos líderes visibles que convoquen a un frente más amplio, tampoco tenemos prensa alternativa más seria sin tanto adicción sectaria o identitaria a un solo grupo o sector. Así no se puede vencer a las dictaduras de este nivel. 

    Recordemos, durante la dictadura de Fujimori y antes de los 4 Suyos, hubo una gran concertación democrática sin importar que sean de derechas o izquierdas, sean de Lima o regiones: el Foro Democrático, dónde podían estar juntos, Javier Diez Canseco de izquierda con Alberto Borea de la centro derecha, juntos los de la derecha pura y dura como Flores Nano o Luis Bedoya Reyes del PPC con los de Unión por el Perú y Acción Popular, los del Frente Moralizador (Fernando Olivera, Luis Iberico) con los del Partido Aprista (Mauricio Mulder y Jorge del Castillo), etc. O sea, una confluencia política grande y diversa contra la tiranía fujimorista. Y los medios de comunicación con posición confrotacionales y de oposición abierta a la dictadura, como la revista Caretas (Enrique Zileri y Doris Gibson), Revista Oiga (Francisco "Paco" Igartua), radio Antena Uno (César Lévano), el diario La República (Gustavo Mohme Llona), Canal N, diario Liberación (César Hildebrandt), etc. Es decir, líderes visibles de todas las tiendas políticas, organizaciones sociales compactas (CGTP, SUTEP, CNA...) y también medios de comunicación. Aquí no hay esa confluencia y unidad. Los ronderos marchan por allá y los profesores por aquí, los licenciados o exmiembros del ejército por su cuenta y los quechuas-aymaras por su lado, los "caviares" de Lima separados por su agenda y los cerronistas-castillistas de regiones a su modo (y por su agenda), estos últimos con horizontes algo absurdos como la de restituir al gobierno de Pedro Castillo, eso es contraproducente e inútil a estas alturas. 

   

La indiferencia inicial y golpista del sector "caviar"


 Sin embargo, no vamos a olvidar a los compañerxs y personalidades (académicos y políticos) de izquierda y caviares de Lima que, antes de la destitución a Castillo; o sea, antes de la dictadura, muertos y represión de Dina Boluarte, se callaban indiferentes a lo que se iba a venir. Es decir, no defendían el gobierno constitucional de Castillo, con excepción de tres personalidades valiosas: Gustavo Gorriti de IDL, Anahí Durand y Laura Arroyo ambas de izquierdas. Valiosas porque sus defensas se centraba en no quebrar el orden democrático y a la vez con posición crítica al gobierno de Castillo en su momento. Esa lectura he compartido totalmente (este quechua con improntas políticas). Esto se resumía en «que acabe su mandato constitucional Pedro Castillo, y luego si fuese culpable, se juzgue con todo el peso de la ley, pero no romper su periodo, porque traerá convulsión social y sublevación de sus electores, y por ende crisis política y económica al país. Quién habrá perdido no es Castillo sino sus representados, y quien habrá ganado no son precisamente los incorruptibles y transparentes de este país, sino contrariamente los más avesados delincuentes de la política peruana: el fujimorismo y la lumpen derecha limeña». Eso es y eso pasa hasta ahora. A lo que muchas Rosa María Palacios y tantos César Hildebrandt, no entendieron en su momento; asimismo tantas Marisa Glave y cía, tantas Verónika Mendoza y Susel Paredes, no tenían la menor idea, y los tantos Francisco Sagasti y Martín Vizcarra y todxs lxs mencionadxs lo señalaban con el dedo acusador y en el mismo coro de los Willax, el Congreso golpista y la DBA mediática: "Castillo corrupto" y "Castillo inepto", no es que no lo era así, lo era de todos modos, pero era tan igual que los anteriores gobiernos (incluido Vizcarra y Sagasti). 

   Estas mismas personalidades e influencias, ¿qué dirán ahora? Cuando ven que un pueblo clama: "No hay justicia" y "No hay derechos en el Perú", "Queremos justicia para nuestros muertos, heridos y detenidos". Estos mismos caviares o progresistas contrarios totales en su momento al gobierno de Castillo, ¿qué dirán ahora? Cuando ven que las fuerzas reaccionarias son más hegemónicos que ellos, capaces de cerrar en una el LUM o desactivar SUNEDU. ¿Aprendieron alguna lección? Y, no vamos a olvidar, que estos tantos y tontos, hasta recomendaban en sus columnas de periódico o en sus muros de redes sociales: “Dina es y será demócrata”, “Dina Boluarte es una especie de Valentín Paniagua”, etc, etc. Cuando estaba ya visible su negociación y traición absoluto de Dina con el fujiporkismo del Congreso, sus presupuestos de publicidad estatal (desde su despacho ministerial MIDIS) a los grupos mediáticos de Lima; asimismo el borrón y cuenta nueva con la fiscalía Cuellos Blancos (Patricia Benavides), para eso entonces tanto Willax, Expreso ni Perú21 ya no insultaban en sus titulares como "Dinamita Boluarte" ni "Boluarte, dinámica del centro". La lectura política, traición estaba clarísimo. Boluarte, aunque sea mi paisana y chamulla en quechua, siempre me ha parecido una funcionaria mediocre, saltivanqui y oportunista desde que era ministra de Castillo y corto de perspectivas como vicepresidente de la República, había mucha diferencia en gestos políticos con la exministra de la mujer Anahí Durand. Habría que ver si su extracción de clase como descendiente de los gamonales de Chalhuanca está su origen del mal, o su mediocridad pragmática cual lideresa del curacazgo de los quechuas, cholos y serranos por hambre del poder, o si es finalmente su espíritu de servidumbre "sin dudas ni murmuraciones" a los poderosos (incluso con plomo, sangre y muerte a sus prójimos). Acciones nada democráticas. Aquí no hay democracia, no hay justicia para las víctimas y los derechos humanos son selectivos.

    Al no tener la eficacia y unidad desde la oposición a este gobierno se está "empoderando" a la misma. Es decir, mejor que no se hagan marchas si cada cual va con su agenda, su bandera y por sendas distintas, o a lo mejor, todos coincidimos al menos en dos o tres plataformas, así derrotamos. O lo otro es autodesgastarse. Urgente se requiere agenda transversal y líderes o lideresas visibles, no los ensayos y error, continuos y aislados. Tengo un temor grande que, esas madres y hermanas de polleras y hermanos de sombreros que han venido a Lima desde las regiones se vayan sin ninguna esperanza política, porque aquí las izquierdas no tienen reflejos de reacción, convocatoria ni liderazgo. Temo se vuelvan otra vez apolíticos y antipolíticos: renegados sociales de la política y en el peor de los casos conformistas, resignados y derrotadxs para siempre. Entonces en ese afán de sobrevivencia y en busca de representación política se conviertan a futuro en electores de las extremas y conservadores de derecha, eso es mi temor. En este y para estos casos, no vemos a ningún líder o lideresa demócrata ni de izquierdas tomar la posta, convocatoria y dirección al mundo popular. La distancia de las élites intelectuales de las izquierdas limeñas con respecto a los sectores populares (plebeyos) de nuestro país son inversamente proporcionales. No hay correspondencias recíprocas. 


A la ausencia de la izquierdas: emerge Prensa Alternativas

     En ese vacío y ausencia de líderes visibles de izquierda, también ha permitido que aparecieran nuevas voces y presencias con cargas y consignas de conciencia política en los sectores populares, desde su modo y también limitaciones, como las artistas Yarita Lizeth Yanarico o de Wendy Sulca (antes que la buena Indira Huillca o Tania Pariona, excongresistas protagonicen más, eso hubiera sido lo ideal), surgieron desde las organizaciones sociales y culturales, otras nuevas  que desplazaban en su convocatoria popular a las clásicas organizaciones gremiales de la CGTP o del SUTEP... como son los de Rimac Llaqta (con Andrés "Kuntur" Huamaní), Ágora Popular (con Augusto de Congas), a los medios alternativos de Wayka, Lamula, Ideele radio y similares otros rostros y voces políticos mediáticos, o llamada Prensa Alternativa: como los de Contrahegemonia (Aníbal Stacio), 24 Noticias (Timoteo Cutipa), Pisando Fuerte (Luz Bazalar), Inty Noticias (Wilmer Domínguez), Radio Cadena 96 FM (Álex Pinto), El Reportero del Pueblo (Jossep Ugarte), Provinciano Indignado (Saúl Barrientos), y así similares medios como Peruano Informado, Yachay Wasy, Combi TV, Varia2Top TV, Ayacucho Al Día, etcétera, todos informando desde sus posibilidades, distintos a la narrativa mediática oficialistas (oligopolios de la prensa limeña) y todos denunciando a un gobierno autoritario de Boluarte y Congreso dictatorial, mayoría parlamentaria de la derecha más reaccionaria y lumpen de América Latina.

    En ese contexto y coyuntura actual donde no hay democracia, no hay justicia ni derechos en el Perú, es verdad que tampoco hay respuestas contundentes fundadas en la racionalidad, unidad y claridad contra este gobierno represor. Entonces, aquí hace falta la convergencia más amplia de los sectores democráticos, intelectuales y urbanos con los sectores populares y rurales del Perú profundo, hace falta crear vasos comunicantes, agendas comunes y acuerdos de sus dirigentes, hace falta caminar juntos (más allá de las diferencias) como compañeros de ruta para derribar democráticamente a un gobierno facistoide y sus instituciones de ese orden. En resumen, hace falta, parafraseando a José Pablo Feinmann la política por la filosofía: “llevar la política de la academia a la calle y comprometerse –embarrarse– con el barro de la historia”.

Fotografía (caricatura): Carlos Lavida 



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