PRIMER QUIJANO (RESEÑA)
Montoya Huamaní, Segundo. Periodización y análisis crítico de las matrices teórico sociológicas en el pensamiento del primer Aníbal Quijano (1948-1968). Lima, Fondo Editorial UNMSM: 2024, 160 pp.
✍️Por Manuel Cuipa Chancahuaña
Resumen
El libro consta de cuatro capítulos. En el primero aborda el marco teórico y "pautas de lectura" metodológicas que nos propone el autor. Y, en los siguientes tres capítulos trata en torno a las sub-etapas del "primer Quijano" que comprende tres facetas: "pensamiento no escrito", "sociología de la sospecha" y "sociología culturalista".
1. Coordenadas teórico-metodológicas para una una periodización
En este capítulo el autor nos fundamenta el marco teórico, los ejes temáticos-cronológicos y las "pautas de lectura". Un abordaje metodológico importante a considerar para entender a profundidad la vida y obra de Aníbal Quijano. Estas "pautas de lectura" están articuladas bajo las siguientes nociones: "movimiento de la reflexión", "cuestiones abiertas" y "horizontes", "desplazamiento epistemológico" y "vocación interdisciplinaria" de Aníbal Quijano.
Este desplazamiento epistemológico y el moviento de la reflexión de Quijano, otras veces persisten como "cuestiones abiertas", nada cancelatorios y categóricos. Asimismo se articulan con la noción de "horizonte", ese ambito de visión y perspectivas que abarcan los límites, alcances y posibilidades en la reflexión y el pensamiento de Aníbal Quijano. Igualmente, el autor nos recalca la "vocación interdisciplinaria" de Quijano: actitud difícil de encontrar en un medio académico peruano de marcada tradición mono-disciplinar y enfoque eurocéntricos. Quijano promueve y desarrolla una asociología dialogante e interconectada metodológicamente con otras disciplinas, como la filosfía, teoría política, antropología y literatura. Su andamiaje teórico-categoriales reúnen esa interdisciplinariedad.
2. Pensamiento "no escrito" (1948-1962)
Es el periodo del primer Quijano que muchos estudiosos del pensamiento quijaniano han pasado inadavertido y desapercibidos. En este periodo inicia y termina su etapa universitaria (UNMSM), también es la época de su activismo político dentro de la juventud aprista (JAP) y su ulterior renuncia al APRA en 1950. Y, consiguiente giro marxista, a los 20 y pocos años, marcó su juventud y toda su trayectoria vital. (Veremos más adelante los por qué).
3. Sociología de la sospecha (1962-1965)
Periodo del "primer Quijano" de los años 60 donde adopta actitud crítica frente al sesgo ideológico de las ciencias sociales (norteamericanas) que se imparten en las universidades y círculos acedémicos de América Latina. A este periodo Montoya analiza con la noción de "Sociología de la sospecha". Por ejemplo, la sospecha crítica a la sociología del modelo funcional-estructural de Talcott Parsons. Quijano denuncia estas lecturas sesgadas de corte desarrollista neoclásica de Parsons. Quijano asimila para rebatir bajo la "sociología crítica" de Wright Mills, Thorstein Veblen y Alvin Goudlner. Y responde a este paradigma ahistoricista y desarrollista de la "teoría de la modernización" de Parsons con la "teoría del imperialismo capitalista", noción asociada al materialismo histórico (marxista).
Aborda también otras categorías como la "totalidad social" en contraposición a las lecturas posmodernas de la realidad; la "totalidad histórico-estructural" contra la pretensión universalista, nortemericacéntrica y homogeneizante de las ciencias sociales muy en boga de esa época. Son los primeros antecedentes y esfuerzos teóricos por "descolonizar la epistemología dominante" de entonces, que retomará tales pautas de lectura en los años venideros con la "colonialidad del poder".
4. Sociología culturalista (1964-1968)
Este capítulo trata sobre la emergencia del "grupo cholo", "cholificación" y los movimientos campesinos en el Perú, también rastrea la participación de Quijano en la Mesa Redonda sobre la novela Todas las sangres de Arguedas. Recordar, en esta etapa también escribe su tesis doctoral "La emergencia del grupo cholo y sus implicancias en la sociedad peruana" (1964).
Ahora bien, ¿qué es la cholificación según Quijano? Es el proceso por el cual las capas de la población indígena abandona algunos elementos de su cultura para adoptar los elementos de la cultura occidental criolla. El "cholo" es el sujeto de la cultura de transición (sociedad de transición). Aquí surgen grupos emergentes de liderazgo y politización en el movimiento campesino y agrario, por ejemplo en 1962 la figura principal de Hugo Blanco Galdós, un "cholo" bilingue (quechua-español hablante), sindicalista y líder antigamonal en las tomas de tierra en Lares (La Convención, Cusco).
Dentro de este contexto también aparece la novela Todas las sangres de José María Arguedas, Quijano participa en la famosa Mesa Redonda organizado por el Intituto de Estudios Peruanos (1965) para tematizar acerca de la obra literaria. Para Segundo Montoya este evento académico fue un "diálogo de sordos" donde la mayoría asistente no analizaron con matices la obra de Arguedas (con excepción de Alberto Escobar). Sin embargo, Montoya rechaza alguna idea de culpar a los sociólogos (en especial a Quijano) de la anunciada muerte de Arguedas, cuatro años después, cosa que es insostenible. El autor defiere de esas posiciones acusatorias y posturas defensivas, por ejemplo el de Martín Lienhard. Aunque matiza la observación crítica que hace Guillermo Rochabrún hacia Quijano: él sería (y no Arguedas) quién no tendría bajo control la noción de "transición" de la sociedad peruana a la hora de leer la novela Todas las sangres. (Al respecto de la Mesa Redonda, sería sugerente para todos, revisar las investigaciones más sumarias de Carmen María Pinilla, estudiosa prolija de la vida y obra de José María Arguedas).
5. Conclusión (apreciación a cuenta propia)
De la idea anterior, traigo a colación para sostener que Aníbal Quijano, desde su juventud temprana tenía la preocupación de no claudicar, renunciar ni separar lo identitario indígena del marxismo crítico Occidetal. Sin reducirse al culturalismo etnocéntrico ni al marxismo eurocéntrico sin más, sino asumir en conexión y tensión articuladas. Sus ensayos, debates y combates están pensadas para asumirse así: ser indígenas con conciencia de clase y ser marxistas con raices culturales (los resaltados son mios). Más aún en un país como el nuestro que arrastra históricamente el rezago colonial, nuestra particularidad peruana y latinoamericana racializadas no deben contradecirse con la universalidad crítica clasista, tampoco agotarse en la posmodernidad, modernidad ni colonialidad. Para este itinerario (complejo) nos va servir las coordenadas teóricas y axiomas quijanianas.
Finalmente, Aníbal Quijano desde su temprana etapa (primer Quijano) se dedicó en teorizar diversos temas y categorías frecuentemente en dinamismo, en movimiento de la reflexión y desplazamiento epistemológico —como nos lo demuestra Segundo Montoya— donde las unidades temáticas y conceptuales iniciales son retomadas y resemantizadas en sus trabajos posteriores. Asimismo Quijano, similar a José Carlos Mariátegui, abordó sus ensayos desde el compromiso político, bagaje académico interdisciplinario y un marxismo dialógico-crítico desde un "locus de enunciación". Razón encaja entonces cuando el profesor Deni Alfaro Rubbo señala en el prólogo de este libro: «además de la denominación de "intelectual peruano", Quijano era también un "intelectual andino". La diferencia es sutil, pero profunda». Eso mismo quizás, enriqueció su temática y disidencia, su trascendencia y vigencia del maestro latinoamericano Aníbal Quijano Obregón.
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