PROYECTO DE PUBLICACIÓN

NECESIDAD DE UNA PUBLICACIÓN


Por Manuel Cuipa Chancahuaña


Nuestro itinerario y proceso de desarrollo de cualquier proyecto de publicación no debe partir desde una actitud de tábula rasa¹, del agnosticismo indiferente o la "neutralidad" intelectual, sino desde la posición, vocación y el compromiso. Como una batalla política (crítica) al status quo, y la contribución en la educación cientifica y humanista. 
      Creemos que el conocimiento y el saber tienen que servir no sólo para obtener diploma, cartón (título) o el empleo, sino como responsabilidad (posibilidad) de intervenir en la sociedad. Una especie de perfeccion personal y servicio a la humanidad como diria Karl Marx: “Después de meditar en todo esto y si las condiciones de nuestra vida nos permiten realmente escoger la profesión deseada, debemos procurar elegir aquella que nos ofrezca la mayor dignidad, que descanse sobre ideas de cuya verdad estemos profundamente convencidos, que abra ante nosotros el mayor campo de acción para poder actuar en bien de la humanidad, que nos permita acercarnos a la meta general al servicio de la cual todos los profesiones son solamente un medio: la perfección”². 

    Aquí nuestra postura disidente y diferencia con los intelectuales y académicos de oficio para el beneficio personal. Nuestro deslinde con los "profesionales" en clave “analfabetos funcionales” y sin nociones de intervención social críticas (sino autistas atrapados en la ideología liberal). Nosotros creemos que el saber (teoría) y el hacer (práctica) se deben conjugar para entender y transformar nuestra realidad, sin desconocer su contexto y lugar de enunciaión.

    En ese sentido, no somos indolentes ni neutrales frente a los problemas de la injusticia, la corrupción y otros grandes males de nuestra sociedad contemporánea. Nuestra "objetividad" académica y envestigativa no se debe conformar con “el saber por el saber” y menos con el saber para competir,  más por el contrario se remiten a el saber para compartir  y combatir. Servir a causas justas, ideales dignas y afirmación de la vida, y combatir  los contrarios. 

     Suscribimos las líneas de José Carlos Mariátegui: Este pueblo, más que ninguno, está necesitado de ideal. Nadie se ha preocupado de inyectárselo. Nuestras minorías han sido mas minorías que selectas. Sus apetitos han sido menudos, sus afanes mezquinos, sus ambiciones ramplonas y su vuelo mental diminuto. Aquí la gente, por eso, se sonríe del ideal. No se trata de aclimatar aquí la filosofía escéptica, nihilista, que nos afirma la vida no vale la pena de ser vivida. Nosotros debemos oponer a esa filosofía negativa la nuestra afirmativa y optimista. Debemos llenar de idealismo el espíritu  de este pueblo, llenarlo de fe en sus destinos, llenarlo de locura santa de renovación. Al hacer todo esto nos comportaremos no sólo como liberadores del hombre sino también como liberadores del arte, como liberadores, de la vida, como liberadores de la ciencia y como liberadores de la belleza”³. 

    Entoces, cualquier proyecto de publicación, será también un ejercicio de conocimiento y reconocimiento entre quienes compartimos ese mismo horizonte. D
efender y difundir la terrenalidad de nuestra actividad académica, intelectectual y teórica.  Porque la ciencia, el saber, el arte, la filosofía, economía tienen que “embarrarse con el barro de la historia” como diría Juan Pablo Feinmann⁴. 


   Y, finalmente, creemos la vigencia de la lectura en texto físicos (en papel escrito), porque son "mejores" que cualquier lectura distractivo en pantallas: PDF, ChatGPT, IA, y  otras lecturas virtuales. En otras palabras, no hay ni habrá, aún por ahora, una app –aplicación móvil o programa de internet– que sustituya la profundidad, intimidad y calidad de una lectura en papel escrito –libros, revistas, diarios, etc.– 

   El desarrollo tecnológico aún no puede sustituir el razonamiento lógico, organicidad, creatividad, belleza y concentración que benefician las lecturas en papel escritos. Al respecto, el humanista Umberto Eco: “Hay progresos tecnológicos más allá de las cuales no se pueden ir. No se puede inventar una cuchara mecánica cuando la de hace dos mil años sigue funcionando tan bien”. Aplíquese esta simililitud a la lectura. Incluso, a la lectura, lector y autor –recordemos a éste último, es la sumatoria de su bagaje de lecturas y no de aplicaciones o programas "inteligentes"– Dicho esto, estimados amigos y amigas, hagamos una publicación. 


_____
NOTAS:

1. El filósofo empirista John Locke utiliza “tábula rasa” para referirse que el hombre no tiene ideas o principios innatos (contrario al innatismo racional de Descartes). Sin embargo, aquí nos referimos en sentido que este proyecto no parte de un “vacío en blanco”, es decir, no es exento de cuestiones, asuntos  e ideales.
2. «Reflexiones de un joven al elegir profesión», texto de juventud de Karl Marx, 1835.
3. Extracto «Conferencias de José Carlos Mariátegui en las universidades populares –Manuel Gonzáles Prada–», 1924.
4. La filosofía y el barro de la historia, 2008. Texto y título sartreano (de Jean-Paul Sartre) o el intelectual comptometido– del filósofo argentino José Pablo Feinmann.






Comentarios

Entradas populares de este blog

PRIMER QUIJANO (RESEÑA)

FILOSOFÍA DE FEINMANN (RESEÑA)

CRÍTICA AL NEOLIBERALISMO (RESEÑA)